Desde el pasillo que comunicaba todas las habitaciones se tiene una vista privilegiada de la zona de entrada del hotel:
Las habitaciones más grandes, con las mejores vistas al pueblo y el castillo, contaban con balcón (hoy día tapiados):
Se puede apreciar, también tapado, el hueco que ocupaba el compresor de aire acondicionado:
Las habitaciones más pequeñas contaban con ventanas, con portezuelas de madera para asegurar buena oscuridad para dormir:
Cada habitación contaba con un cuarto de aseo. Las puertas que todavía quedan son del estilo de antaño:
Los azulejos de los cuartos de baño también denotan la época dorada del hotel:
No hay comentarios:
Publicar un comentario